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Adiós a los datos Covid en residencias de mayores: dejarán de publicarse a finales de enero

No se darán datos públicos, pero se mantienen por ahora la mascarilla y la cuarentena

Pablo Recio

Sábado 14 de enero de 2023

11 minutos

El Imserso y las CCAA podrían dejar de publicar datos sobre contagios, brotes y muertes con Covid en residencias de mayores y de personas con discapacidad.

Según informa el Instituto dependiente del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 en su último informe sobre la evolución de la pandemia en estos centros y confirman varias CCAA, estos boletines semanales podrían dejar de darse a finales de enero. 

"El Consejo Territorial de Servicios Sociales y del SAAD acordó, en su sesión de 21 de diciembre de 2022, que la recogida y publicación de los datos se suspenda a partir de la semana cuatro de 2023 (del 23 al 29 de enero) si la situación se mantiene en unos parámetros de control como los actuales", señalan.

Cabe apuntar que, tras la oleada de casos de verano de 2022 –causada por la subvariante de ómicron, BA.5– y después de la inoculación masiva de cuartas dosis a mayores, la incidencia acumulada y la mortalidad 'con' Covid no han registrado aumentos exponenciales en la mayoría de CCAA –como sí hubo en momentos anteriores–.

Además, desde la llegada de la variante ómicron, la letalidad del virus ha caído a mínimos, rondando el 2% (muertes 'con' Covid) para residentes mayores, aunque es cierto que siguen siendo uno de los colectivos con más riesgo de sufrir cuadros graves.

"En todo caso, se mantendrán operativos los cauces actuales a través de los que se remite la información por si fuera oportuno reanudar la  operación de recogida y reporte de datos", afirman en el informe del Imserso.

Ahora bien, esto no significa que decaigan algunas restricciones vigentes, como la obligación de cuarentena de cinco días en caso de ser positivo de Covid. Una medida, que fue aprobada por la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, en 2022, dentro de la Estrategia de vigilancia y control frente a Covid-19 tras la fase aguda de la pandemia, conocida, de manera oficiosa, como estrategia de gripalización. Asimismo, esta decisión tampoco implica que decaiga el uso obligatorio de mascarilla para visitas y trabajadores.

"En el último Consejo Territorial, las CCAA acordaron suspender la recogida y publicación de los datos, puesto que, como bien se menciona en el acuerdo, existen unos parámetros de control de la enfermedad que ya no lo hacen necesario, en el tercer aniversario del inicio de la pandemia", indican a 65YMÁS desde el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Con todo, reconocen, "si en estas semanas viéramos un repunte de casos, esta suspensión no se haría efectiva".

Pincha en la imagen para acceder al informe del Imserso con datos de la semana que acabó el 8 de enero de 2023.  

"Hay que ir recuperando la normalidad"

Ahora bien, esta decisión ha sido polémica y ha sido recibida de manera muy distinta por parte de expertos, familiares y organizaciones de trabajadores.

Así, algunos creen que es el momento de normalizar la situación y de prestar atención también a otros virus, manteniendo la vigilancia a niveles menos invasivos, mientras que otros no se fían de que se vaya hacer un seguimiento si no se publican los datos y entienden que la situación no tiene por qué ser estable en el corto y medio plazo.

"Me parece bien. Hay que ir recuperando la normalidad. Los datos, tanto de los informes de vigilancia centinela como del propio informe del Imserso, demuestran que tenemos una situación estable desde hace tiempo. Por tanto, no es necesario ese esfuerzo, que a la vez tiene un coste. Además, resulta molesto para los residentes y genera una sensación de miedo e inquietud probablemente innecesaria en estos momentos. Tiene sentido. Se debería mantener la vigilancia –que no los cribados actuales–, por si surge cualquier inconveniente y sube el número de casos críticos. A partir de ahí, hay que ir recuperando la normalidad, por el bienestar personal, e ir perdiendo esa psicosis que se tiene frente a algo que lleva tiempo causando menos problemas, aunque cueste reconocerlo", opina el inmunólogo y catedrático de la Universidad de Valencia, Rafael Toledo (@alfwarrior). 

Para la presidenta de la asociación catalana de familiares de usuarios de residencias Coordinadora 5+1 (@CooResidencias), María José Carcelén, "hay que plantearse bien si en este momento tienen sentido estos datos". "El Covid está bastante controlado. Y quizá a nosotros nos preocupe más el tema por ejemplo de la Gripe A, porque hay muchos contagios y es casi igual de mala", indica.

Irene Álvarez, responsable Salud Laboral de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO (@fssccoo), también se muestra favorable a este cambio, siempre y cuando se mantengan las medidas de seguridad como la mascarilla o la ventilación frente a los distintos virus respiratorios y se vuelva a informar en caso de que la situación se desestabilice. "Lo único que cambia es que se publique el informe. Para nosotros, lo importante es que, dado que la población en estos centros es más vulnerable, se extremen todas las medidas preventivas", afirma.

Una medida polémica: "Nos estamos autoengañando"

Por contra, el epidemiólogo y ex directivo de la OMS, Daniel López Acuña (@lopezacunad), piensa que el dejar de dar los datos no es positivo. "Pienso que es un error. La pandemia no ha terminado, la cobertura vacunal en mayores de 60 años es subóptima, se ha dejado de usar la mascarilla en las residencias y se han relajado las medidas de protección. Hay repuntes preocupantes de incidencia y lo que menos nos ayuda a tener el problema bajo control en ese ámbito es el dejar de tener información sobre el problema", sostiene.

"Más valdría que rectificasen esta decisión equivocada. Tarde o temprano, se verán forzadas a publicarlos, porque habrá descontrol", vaticina. "Se perderá la capacidad de detectar tempranamente el problema al no publicar los datos. Pienso que se quiere pasar página antes de tiempo", añade. "Además, nos estamos autoengañando, ya que no se están haciendo suficientes pruebas diagnósticas y esto nos lleva a subestimar lo que realmente está sucediendo. En aras de la transparencia, Comunidades e Imserso deberían seguir dando información", concluye.

Finalmente, para el epidemiólogo y portavoz de la Asociación Madrileña de Salud Pública (@amasap), Fernando García, "las residencias merecen una vigilancia especial", ya que los mayores han sido las principales víctimas de la Covid-19. "El informe semanal del Imserso refleja esta importancia, tras la negligencia habida en los primeros meses de la pandemia", critica. 

Y es que, comenta, aunque "después del inicio de la vacunación, los mayores que viven en las residencias se han protegido mucho mejor, el coronavirus sigue entrando y cobrándose muchas víctimas". Y, si bien, tras la inoculación con la cuarta dosis, "el número de muertos e infectados ha bajado considerablemente", "cabe esperar que haya repuntes dentro de pocos meses, cuando la inmunidad que confieren las vacunas se vaya debilitando, como ha sucedido con las dosis previas. Aunque no sean tan devastadores como al comienzo de la pandemia, pues muchos residentes conservan cierta inmunidad".

"Los informes semanales del Imserso han sido muy útiles y deberían seguir siéndolo, mientras el coronavirus afecte a las residencias de mayores, cosa que, lamentablemente, seguirá ocurriendo, mientras no haya una vacunación definitiva y duradera, si esto sucede alguna vez. Es más, si se dejan de publicar, se priva a la población general de una información que debería estar a su alcance y que, esperamos, se siga recogiendo y procesando. Por último, dejar de darlo transmite un mensaje equivocado a la población: el Covid-19 ha desaparecido prácticamente de las residencias de mayores y no hay que prestarle apenas atención. Creo que ese es un mensaje equivocado, por prematuro", opina.

La importancia de los datos

Cabe recordar que hasta 2021 no se comenzó a dar en la web del Imserso información semanal detallada sobre casos y muertes con Covid en residencias de mayores y de personas con discapacidad a nivel nacional, incluyendo toda la serie histórica –desde 2020–.

Al comienzo de la pandemia, eran los propios medios –la agencia Europa Press y RTVE, entre otros– los que recopilaban y publicaban datos que iban aportando a cuenta gotas las distintas regiones sobre decesos en residencias con síntomas de Covid –sobre todo de la primera ola, cuando no había casi test– o de muertes con una prueba positiva.  

Tras múltiples peticiones por parte de la prensa, de expertos y de otras organizaciones, a mediados de 2020, Sanidad comenzó a dar a conocer información semanal, que le proporcionaban las residencias y los Servicios Sociales, sobre brotes y casos en centros sociosanitarios a nivel nacional –por aquel entonces, ya había muchos más test que al comienzo de la pandemia–. No obstante, siguió sin facilitar los datos de muertes con síntomas compatibles con Covid de la primera ola.

Posteriormente, en noviembre de 2020, el Imserso dio por primera vez una estimación y aseguró que cerca de 20.000 residentes habían muerto con Covid confirmada o con síntomas compatibles con la infección durante la primera ola –unas muertes que, hasta entonces, no habían sido contabilizadas oficialmente–.

Y finalmente, en 2021, el propio Instituto dependiente del Ministerio de Derechos Sociales empezó a facilitar estos datos semanalmente, incluyendo toda la serie histórica facilitada en noviembre de 2020.

Estos informes, a ojos de los expertos, fueron útiles para cuantificar el impacto de la pandemia y para que la población pudiese constatar, en tiempo real, el efecto protector de las vacunas. 

Como apunte final, cabe señalar que en estos tres años de crisis sanitaria habrían fallecido 34.571 residentes mayores 'con' Covid.

Concretamente, más de 25.000 en 2020 (de los cuales 14.878 confirmados con un test y el resto con síntomas compatibles); 5.083, en 2021 (letalidad: 14,42%) y 4.118, en 2022 y lo que llevamos de 2023 (letalidad: 2,23%).