Pensiones

La ciencia demuestra que tener una pensión universal suficiente es clave para envejecer con salud

10.000 euros al año, mínimo para que la pensión sea suficiente, según la experta Victoria Zunzunegui

Pepa Montero

Sábado 30 de noviembre de 2019

9 minutos

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Sin ingresos suficientes para mantener la salud en la época de la vejez, se acelera el deterioro funcional y aumenta la discapacidad y la dependencia, con consecuencias para el gasto sanitario y social, asegura María Victoria Zunzunegui (Bogotá, 1951), doctora en Epidemiología y Bioestadística, que lleva más de 40 años investigando sobre los factores sociales que afectan a la salud en todo el ciclo vital, sobre todo durante la vejez.

Esta experta asegura que los Estados deberían pagar una pensión básica universal suficiente para que la población tenga salud, y cifra en unos 700 euros al mes (en 14 pagas) del año 2019, es decir, en torno a 10.000 euros anuales, la pensión “suficiente” para España. Y argumenta: “Las personas con bajos ingresos se discapacitan más, se hacen más frágiles y tienen menor probabilidad de recuperar la funcionalidad", mientras que quienes tienen ingresos suficientes se recuperan habitualmente.

La principal novedad que aporta Zunzunegui es que sus afirmaciones están sustentadas con estudios científicos interdisciplinares que ha desarrollado durante toda su carrera tanto en España como en Estados Unidos o Canadá, donde ha sido profesora universitaria e investigadora principal en las universidades de Berkeley (California) y Montreal. Pone el ejemplo de Canadá, con una política de pensión pública universal y suficiente, “y donde únicamente el 5% de los mayores de 65 años dice pasar dificultades para llegar a fin de mes”.

Tal y como explica esta veterana epidemióloga, varios estudios realizados en Europa, Canadá y América Latina demuestran que la seguridad económica favorece el mantenimiento de la función física, la función cognitiva y la integración social a medida que se envejece. Y al revés: la pobreza y la violencia, como manifestaciones extremas de la inseguridad económica y de la falta de seguridad física, son motores de discapacidad. “Es decir, a igualdad de condiciones de vida y salud, una persona con ingresos insuficientes tiene mayor riesgo (aproximadamente el doble) de desarrollar fragilidad, discapacidad y deterioro cognitivo", detalla.

 

María Victoria Zunzunegui, doctora en Epidemiología y Bioestadística.

 

En Reino Unido, un estudio ha probado que las personas mayores en el 20 percentil inferior de ingresos presentan fragilidad 3,5 años antes que las personas en el 80% superior. La fragilidad lleva a un mayor uso de servicios sanitarios y sociales.

Asimismo, se ha comprobado empíricamente que las personas mayores con menos ingresos tienen mayor probabilidad de experimentar deterioros de salud y menor probabilidad de detectar mejorías. Los programas sociales deberían incluir a los mayores frágiles para reducir la dependencia y las desigualdades económicas en la vejez. 

¿Cómo se establece si una pensión es suficiente?

Esta cuestión la abordó el estudio británico Defining a minimum income for healthy living (MIHL): older age, England, del año 2007, partiendo de las necesidades de las personas mayores de 65 años, traduciendo esas necesidades en condiciones de vida aceptables y asignándoles costes. De este modo, la investigación concluyó que el coste mínimo para cubrir esas necesidades era de 132 libras esterlinas por semana (unas 7.000 libras al año) para una persona que viviera sola y libre de discapacidad.

 

Fuente: Estudio 'Defining a minimum income for healthy living (MIHL)'

 

“Convertido a euros, y ajustando por la inflación que ha habido en España en este periodo de 12 años, esto equivale en 2019 aproximadamente a cerca de 10.000 euros anuales, 700 euros al mes en 14 pagas, para las personas que no tienen ninguna discapacidad y tienen un hogar en propiedad”, explica Victoria Zunzunegui.

Un umbral por debajo del cual existen millones de personas mayores en España. De hecho, con datos de la Agencia Tributaria (AEAT @Haciendagob) correspondientes a 2017 (última estadística disponible), se comprueba que las mujeres cobran pensiones inferiores a las de los hombres, como ponen de relieve las cifras que manejan los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha). Según las tablas confeccionadas por Gestha, existen 3.487.481 mujeres cuyas pensiones medias quedan por debajo del umbral de los 10.000 euros anuales, frente a solo 1.180.663 varones que no alcanzan esa cifra; prácticamente resulta haber una proporción de tres mujeres por cada hombre en los niveles más bajos de ingresos

"La AEAT contabiliza un total de 9.614.693 pensionistas en 2017, residentes en las comunidades autónomas de régimen común, de los cuales 4.825.839 son varones y 4.788.854 mujeres, siendo la pensión de la mujer menor que la del hombre", detalla Gestha. En efecto, el análisis estadístico confirma que las mujeres cobran de media una pensión anual de 11.692 euros, mientras que los hombres perciben 14.147 euros al año, lo que ya de por sí significa que las mujeres ingresan unos 2.455 euros menos, con datos del ejercicio 2017. 

Enormes desigualdades por autonomías y género

El documento de la OCDE (@OECD) titulado Preventing ageing unequally (2017) explica que las desigualdades socioeconómicas se acumulan durante la vida y se manifiestan en la edad adulta y en la vejez íntimamente ligadas a la salud. Los desfases se aprecian en tres áreas: educación, salud y empleo, comprobándose que las políticas de igualdad en una de estas áreas tendrán efectos en las otras dos. 

En este sentido, Victoria Zunzunegui alerta de que "es importante mantener los sistemas de reparto, como el que tenemos en España, Francia e Italia, y siempre las pensiones públicas universales que garanticen ingresos mensuales por encima del nivel de pobreza". En su opinión, con frecuencia se publican las estadísticas de pensiones medias, pero estas estadísticas "esconden las grandes desigualdades socioeconómicas y territoriales de España". Y, para muestra, ofrece dos botones: la pensión media en Navarra es de 1.410 euros para los hombres y de 869 euros para las mujeres, pero en Andalucía, la media de los hombres es de 1.058 euros y la de las mujeres, 728 euros.

Las desigualdades se constatan asimismo en cuanto a la esperanza de vida libre de discapacidad (EVLD) entre los mayores de 65 años según el nivel de educación (ver tabla).

 

ESPERANZA DE VIDA LIBRE DE DISCAPACIDAD (EVLD)

EVLD, 65 AÑOS HOMBRES MUJERES
ESTUDIOS PRIMARIOS 6,7
ESTUDIOS SUPERIORES 12,6  13,5
DIFERENCIA 4,6 6,8
Fuente: Factage.eu

 

Otro estudio reciente sobre desigualdades territoriales en España detecta 2,7 veces mayor frecuencia de fragilidad en mayores de Málaga que en mayores de Guipúzcoa. La frecuencia de fragilidad en Malaga fue del 38% y en Guipuzcoa del 14,2%. "Estas diferencias están relacionadas con el nivel socioeconómico y el gasto en servicios de salud y sociales en ambos territorios y persisten cuando se tienen en cuenta las características individuales", resalta la profesora Zunzunegui.