Ya puedes encontrar en tu supermercado café tostado sin azúcar

El café, junto con el té, es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo. Tiene diversos métodos de preparación según países y, en España, tiene una singularidad que se arrastra desde el siglo pasado: el liderazgo del café mezcla.

La particularidad del café mezcla es que sus paquetes contienen tanto café natural como café torrefacto. Este último se produce por un procese que supone la adición de hasta un 15% de azúcar en el proceso del tueste. El azúcar, con el calor del proceso, se convierte en caramelo y envuelve el grano de café, dándole ese color oscuro característico.

Ello produce un color del líquido de café más oscuro y, contrariamente a lo que se cree, no aporta ni mayor cuerpo ni mayor porcentaje de cafeína, aunque sí un toque más amargo al sabor, lo que le resta aroma.

¿Por qué surgió este proceso de torrefactado? Principalmente era la dificultad, a principios del siglo XX, de conservar íntegro el aroma después del tueste, algo que se resolvía parcialmente con este proceso de adicción de azúcar.

Ahora los grandes fabricantes están haciendo el camino contrario, y cada vez va a ser más difícil encontrar café torrefacto en los lineales de los supermercados.

Uno de los primeros en anunciar que eliminará el azúcar en el tueste de toda su gama es Pascual, concretamente en su gama Mocay. Sustituirá, así, el torrefactado por el tueste natural. Y lo hará gradualmente, pero antes de que termine el año prevé la firma española no estar vendiendo ningún café torrefactado.

El método adoptado por Pascual es el del tueste italiano, que consiste en someter a los granos de café recogidos de la planta a una fuente de calor, que aumenta progresivamente de temperatura, en rangos entre los 200 y 230 grados C durante 12 o 15 minutos, aunque en algunos casos puede llevar hasta los 20 minutos. Durante la fase de tostado, muy delicada, las semillas verdes cambian en sus características físicas y químicas, disminuyendo en su peso hasta un 20%.