La función que seguramente no conocías de las cucharas de madera

En ocasiones, a la hora de cocinar, ponemos agua en una cazuela, la llevamos al fuego, esperamos a que rompa a hervir y cuando nos hemos dado cuenta el agua está rebosando y saliéndose por los lados. Nos ha pasado a todos, esa fina línea entra querer que el agua hierva rápido pero sin que se nos vaya de las manos es difícil no atravesarla. 

Suele pasar. No nos sobra tiempo precisamente como para pararnos a mirar cuándo el agua va a romper a hervir y bajar la temperatura, pero tampoco lo tenemos para esperar a que eso ocurra a fuego más lento. 

Evitar que el agua se nos derrame, la vitrocerámica se nos quede sucia y nos llevemos un susto es mucho más fácil de lo que pensamos. La solución la tienes en uno de los cajones de tu cocina: las cucharas de madera.

El truco de la cuchara de madera

Las cucharas de madera son un elemento imprescindible en cualquier cocina. Para remover la pasta mientras la estamos cociendo, para saltear las verduras sin estropear las sartenes con utensilios de metal... Por muy principiante que seas en la cocina, seguro que tienes alguna que otra cuchara de madera. 

Además de para remover los alimentos que estamos cocinando, que es el uso que habitualmente le damos a este utensilio de cocina, la cuchara de madera tiene otra función que quizás no conoces, pero que te va a hacer la vida más fácil. 

Normalmente, cuando estamos cocinando cualquier alimento en agua hirviendo, tras removerlo, sacamos la cuchara de madera y la dejamos sobre la encimera o incluso metida dentro del agua. 

No obstante, para evitar que el agua suba y se derrame cuando está hirviendo, tan solo tienes que dejar la cuchara encima de la cazuela, tumbada y atravesándola de un lado a otro. 

De esta manera, la cuchara de madera, siendo considerablemente más fría que 100°C, trabaja para romper las burbujas y hacer que la espuma se retire. Este truco funciona, pero si te descuidas, en algún momento la cuchara de madera se va a calentar y el agua va a subir pase lo que pase.

Por último, no es buena idea intentar usar una cuchara de metal en lugar de una de madera: los metales conducen el calor mucho más rápido.