Deporte para mayores

Cómo aliviar el dolor de gemelos en personas mayores después de practicar deporte

En muchas ocasiones, los gemelos sufren una sobrecarga después de practicar deporte con intensidad

Verónica Mollejo

Foto: Bigstockphoto

Miércoles 18 de septiembre de 2019

4 minutos

Cuando haces deporte durante un tiempo prolongado o mediante ejercicios de alta intensidad, es habitual que los gemelos sufran un agarrotamiento muscular que provoca un dolor punzante en la zona afectada. Y es que detrás de este síntoma hay multitud de causas, entre las que destacan el cansancio de las articulaciones, un problema del sistema circulatorio, una postura incómoda o lesiones como desgarros, calambres o distorsiones. Sobre todo entre las personas mayores, más propensas a este tipo de afecciones.

Además, puede ir acompañado de otros signos como una presión constante, inflamación o la incapacidad para moverse de manera natural. Afortunadamente, suele tratarse de unas molestias pasajeras que con un poco de reposo y los cuidados precisos desaparecen en cuestión de días. Bajo esta premisa, ¿qué puedes hacer para aliviar el dolor de gemelos después de practicar deporte?

Automasajes y prendas de compresión local

Ante la más mínima señal de alarma, lo mejor es dejar de hacer ejercicio y parar a descansar. Si tus gemelos sufren una sobrecarga, es preciso que se relajen y no realicen ningún tipo de esfuerzo. Cuando lleguéis a casa, si el músculo todavía se encuentra en esa fase, podéis aplicar frío sobre la zona dañada. ¿Cómo? Con ayuda de un ice pack, una bolsa de hielo (siempre cubierta con un papel o un trapo, nunca directamente sobre la piel) o un chorro de agua bien fría.

A continuación, debes ejecutar una serie de estiramientos que mejoren las propiedades del músculo y así disminuya el riesgo de rotura. Puedes incluirlos en tu entrenamiento para aumentar su efecto. Basta con juntar los pies e intentar tocar la punta de los dedos con las manos o ponerse de puntillas y mantener el equilibrio, por ejemplo.

Además, los masajes localizados, que tú mismo puedes hacerte, contribuirán también a que los gemelos se relajen y permanezcan en un estado de reposo más acuciado. Para ello, en primer lugar, calienta la zona con un paño caliente para aumentar la circulación. Después, sentado en el suelo y con la pierna relajada, comienza a masajear de forma lineal y ascendente a lo largo de toda la extremidad, desde el tendón de Aquiles hasta la parte alta del gemelo.

Finalmente, recurre a las medias de compresión local, conocidas como gemeleras, que también ayudan a mejorar la circulación y el riego sanguíneo. Con ellas evitarás no solo las sobrecargas en tu próxima sesión de entrenamiento, también las lesiones o posibles recaídas.