Fernando Ónega

Martes 8 de junio de 2021

ACTUALIZADO: Martes 8 de junio de 2021 a las 21:49H

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Posición personal sobre los indultos, la mesa de diálogo, la carta de Junqueras y la cuestión catalana. Por principio no me fío de los independentistas, porque su aspiración es la independencia. No creo, por tanto, que en la mesa de diálogo se alcance algún acuerdo, porque hasta ahora el independentismo solo la planteó para conseguir sus objetivos, sin ninguna intención conocida de ceder en nada. Sin embargo, creo que hay que intentarlo, por imposible que parezca y por impopular que resulte en el resto de España. No podemos vivir eternamente cabalgando sobre un conflicto que cada día que pasa produce más daño a la convivencia y al bienestar de los propios catalanes. El presidente Pedro Sánchez tiene dos opciones para mantener la unidad de España: o a través de la aplicación estricta de la ley con sus consecuencias penales y su victimismo, o a través del afecto. La primera es la ortodoxa, pero hasta ahora no dio ningún resultado. La segunda tropezó con el egoísmo y el engaño. Pero, a mi juicio, es la más eficaz y duradera. Por lo menos la hay que intentar.