Opinión

Dulce como la Navidad

Fernando Ónega
Fernando Ónega

Viernes 20 de diciembre de 2019

1 minuto

Ni un día sin sobresalto. Y a veces, como ayer, dos tazas: la de Junqueras y Torra. Todo patas arriba. El Tribunal Supremo, que recibe un varapalo por no haberle dejado a Junqueras tomar posesión de su escaño en el Parlamento Europeo. Pedro Sánchez, al borde del infarto, porque Esquerra suspende la negociación. Torra, que amenaza con atrincherarse en el Parlament, porque los jueces no son quien para juzgarle. La Abogacía del Estado, encargada de socorrer al gobierno para evitar las terceras elecciones. Los indepes, rearmados, porque encontraron el impulso para seguir predicando que en España no hay justicia. Puigdemont, en su ensoñación, viéndose como Tarradellas el día de su retorno: “ja soc aquí”. Y todo esto, en un día. ¡Qué maravilla de país! ¡Qué panorama más plácido y navideño! Como esto no lo resuelva Papá Noel, perdónenme la irreverencia, pero no lo resuelve ni Dios.