Opinión

A por el liderazgo mundial

Fernando Ónega
Fernando Ónega

Martes 13 de abril de 2021

1 minuto

 

Ayer, en una jornada de análisis organizada por el diario El Español, el presidente del gobierno mostró un entusiasmo al que no nos tiene acostumbrados. Reveló las reformas que el gabinete piensa acometer dentro de su programa de recuperación y terminó con la ensoñación mítica de todo gobernante: “convertir a España en líder mundial del progreso y el bienestar”. Nada de medias tintas. Nada de salida modesta ni tímida de la crisis. ¡A por el liderazgo mundial! En lo del progreso podía pedir permiso a China, que nos sigue acobardando con el crecimiento mensual de su economía. En lo del bienestar podía pedir la venia de otras naciones que no tienen la calidad de vida de España, pero sí mejores servicios asistenciales. Pero no hay que amilanarse por ejemplos ajenos, y no lo digo con ninguna ironía. A mí me gusta ver a un jefe del gobierno con esa fogosidad. Me gusta escuchar cómo aspira al liderazgo mundial en lo que sea, pero, sobre todo, en la felicidad del ciudadano. Seguramente no lo cree, porque es realista, pero como aspiración es magnífica. Mejor frenesí que decaimiento. Mejor entusiasmo, aunque sea desmedido, que pesimismo, aunque sea controlado. Y en caso de duda, lo que dicen en mi tierra gallega: “a baixar sempre hai tempo”.