Opinión

Mayores fuera, que molestamos

Fernando Ónega
Fernando Ónega

Jueves 17 de diciembre de 2020

ACTUALIZADO: Jueves 17 de diciembre de 2020 a las 9:20H

2 minutos

 

El más escandaloso ejemplo de edadismo se acaba de ver en el Club de Campo Villa de Madrid, un pequeño paraíso para practicar algunos deportes, sobre todo el golf. Su socio mayoritario es el Ayuntamiento de la capital, pero no se nota: la inquietud social y la preocupación por los mayores del alcalde Almeida han sido burladas por los gestores de ese club. Los hechos lo demuestran: un socio mayor de 65 años pagaba de cuota hasta ahora 495 euros. A partir del año que viene, según el diario El País, tendrá que pagar 1.800 euros, es decir, una subida de casi el 300 por ciento. Y solo los mayores de 65 años. Empecé hablando de edadismo y rectifico: esto una marginación injusta, intolerable e inconstitucional. ¿Será que tienen más tiempo libre y ocupan más las instalaciones? ¿Será que los quieren echar, porque hay una lista de espera de 4.000 personas, posiblemente jóvenes? ¿Será porque quieren rejuvenecer el Club? Quizá sea todo a un tiempo, pero de la suma resulta odio, vulgar y repugnante odio a los jubilados. Para el Club de Campo Villa de Madrid, el mayor de 65 años es una especie a extinguir.