Opinión

En nombre de los parados

Fernando Ónega
Fernando Ónega

Viernes 22 de noviembre de 2019

1 minuto

Si yo pudiese, prohibiría los pronósticos económicos de los organismos internacionales, llámense Comisión Europea, OCDE o FMI. Es que son profetas del desastre. Es que se equivocan. Es que parecen disfrutar amargándonos el desayuno. Y es que sirven para crear pesimismo en la sociedad y, a base de crear pesimismo, son fabricantes de la crisis; perdón, de la ralentización. La única utilidad que encuentro en el último pronóstico de la OCDE que ayer se difundió es que culpa del enfriamiento a la inestabilidad política. Con lo cual, en nombre de los parados que eso va a crear y en nombre de las empresas que ya notan dificultades, digo a los líderes de los partidos que llevan ocho meses sin conseguir formar gobierno: caiga sobre vosotros, sobre todos, esa inmensa responsabilidad. Mejor dicho: esa inmensa irresponsabilidad.