Opinión

La guerra ya es nuestra

Fernando Ónega
Fernando Ónega

Lunes 7 de marzo de 2022

ACTUALIZADO: Lunes 7 de marzo de 2022 a las 11:48H

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La guerra de Ucrania lo condiciona todo. De nada sirven las previsiones políticas y económicas, porque las tumban los tanques y los bombardeos. Las noticias de la guerra son como bombas de racimo que penetran en las estructuras de los gobiernos europeos y en las perspectivas económicas. Los efectos de la contienda han llegado también a España produciendo daños colaterales importantes. En la política, un riesgo cierto de ruptura de la coalición de gobierno, porque Podemos, condenado por las encuestas a una existencia gris y quizá efímera, necesita mostrar su identidad para sobrevivir. Encontró su oportunidad en el envío de armas a Ucrania e incluye a su socio PSOE entre los “partidos de la guerra”. Solo la necesidad de Pedro Sánchez justifica que se mantenga la coalición de gobierno. En la economía, el diagnóstico del presidente es de tres palabras: “vienen tiempos duros”. Se podría decir que ya están ahí, con el miedo a una nueva recesión por una inflación que empieza a estar descontrolada y la incertidumbre que se palpa en los mercados. Inseguridad política e inseguridad e incertidumbre económica son una mezcla explosiva. Nos tranquilizan diciendo que estos efectos bélicos son temporales. Eso esperamos. Solo faltaría que los desastres de la guerra fuesen interminables.