Opinión

Injusto y deprimente

Fernando Ónega
Fernando Ónega

Miércoles 9 de junio de 2021

2 minutos

Deprimente dato del Banco de España: la subida del salario mínimo interprofesional en 2019 provocó la pérdida de unos 170.000 empleos. Recuerdo aquellos días. Pedro Sánchez, recién estrenado en la Presidencia, necesitaba una medida social de fuerte impacto y subió el salario mínimo un 22,3 por ciento, hasta alcanzar la cantidad mensual de 900 euros, que, siendo un notable crecimiento, seguía siendo una miseria. Los llamados poderes económicos pusieron el grito en el cielo: eso atentaba contra la creación de puestos de trabajo. Al terminar 2019, como el saldo de empleo era positivo, los sindicatos ridiculizaron las previsiones pesimistas. Y ahora, el riguroso Banco de España confirma el peor de los pronósticos. Le llamo deprimente al dato porque demuestra que una economía que hace poco más de dos años no podía pagar sueldos de 900 euros es una economía muy débil. Tan débil que solo resistió la pandemia por el escudo social. Pero es más deprimente todavía pensar que centenares de miles de ciudadanos jamás podrán tener un salario mínimo decente, porque hunden el empleo. Esta es la gran injusticia de una sociedad que todavía llamamos de bienestar.