Lo que IVA a ser

Cuando alguien me habla con voz engolada de justicia social y de “no dejar a nadie atrás” me echo la mano a la cartera para evitar que me la roben. Y eso es lo que está sucediendo actualmente con la negociación de los Presupuestos Generales del Estado.  

Me explico. En España estamos saliendo de una pandemia que ha provocado el fallecimiento de 90.000 personas en nuestro país, el cierre de numerosos negocios y la ruina para miles de autónomos que se han visto atrapados en las más surrealistas situaciones; estamos inmersos en una crisis energética como no hemos vivido nunca; tenemos una inflación que rebasa el 5% y que va camino de duplicar la media europea; hemos recibido unos fondos europeos que nadie ha visto todavía y sobre cuya ejecución me temo lo peor; y el clima en la calle ya no da ni para protestar porque estamos demasiado ocupados en saber cuándo poner la lavadora. 

Y mientas tanto, los ciudadanos asistimos al bochornoso espectáculo del Congreso en el que los distintos grupos políticos negocian los Presupuestos Generales del Estado con cientos, miles de millones como si no fueran reales. Proponiendo enmiendas donde se cambia el dinero de una partida a otra, donde proponen nuevos gastos sin indicar la partida a reducir, incrementando de una forma indecente el gasto de los contribuyentes, imponiendo nuevas subidas de impuestos, y diciendo a los babyboomers que… habrá que cotizar más para poder recibir menos en nuestra jubilación. ¿Me lo explican? 

Ahora que las personas mayores vuelven a no ser noticia, a no interesar a los “abajofirmantes”, ni a las plataformas de manifestación de domingo y vermut, somos los profesionales del sector los que hemos solicitado una ayuda simbólica para las familias, una reducción del IVA al 4% como servicio esencial que es la atención a las personas mayores. Esa reducción del IVA para adecuarlo a los servicios de primera necesidad para la población, tan sólo ha tenido buena acogida en el principal partido de la oposición y en dos partidos independentistas. 

Los Casado, Teodoro y mi paisana abulense Alicia García Rodríguez han hecho un alto en sus cuitas internas para escuchar a los ciudadanos y hacerse eco de la necesidad de los que más ayuda necesitan en estos momentos: las personas mayores. Sí, ya sabemos  que los focos se han apagado y que no abrimos telediarios; que las personas mayores no son los miembros del Tribunal Constitucional y facilitar de ese modo el “compadreo” para alcanzar acuerdos. En cualquier caso… ¿sería mucho pedirles que se  pusieran de acuerdo en hacer realidad esta reducción del IVA que la sociedad les lleva  pidiendo la friolera de 15 años? 

Me han asegurado que desde la Dirección del PSOE se impondrá el veto a dicha iniciativa hoy, martes día 16, y que el propio presidente del Gobierno ha manifestado su negativa a esta rebaja del IVA para ayudar a las personas mayores. Y mi única esperanza, querido lector, es que ya sabemos lo que significa que Pedro Sánchez diga que algo NO va a suceder...

Mientras averiguamos si lo de que “nadie se queda atrás” es un mero eslogan de la  factoría Redondo o es la voluntad del Gobierno de la gente, me sigo acordando de esa frase del Profesor Rodríguez Braun cuando se pregunta cada día si sabemos quién paga toda esta fiesta, los miles de asesores y el IVA injustamente aplicado a la atención de las personas mayores: “Usted, señora, usted”.