Fernando Ónega

Lunes 11 de enero de 2021

ACTUALIZADO: Lunes 25 de enero de 2021 a las 17:08H

2 minutos

 

Al final de la década de los 70, hace cuarenta años, estábamos de mala racha. Entre los sucesos recordados, se habían estrellado varios aviones en Madrid y en Tenerife, con más de medio centenar de muertos. Aquellas desgracias apesadumbraron al país. El desaliento llegó al Consejo de Ministros, que todavía era de UCD, y a Joaquín Garrigues Walker se le escapó un comentario: “Solo nos falta que ETA ponga una bomba en Telefónica”. Y al día siguiente ETA hizo estallar una bomba en la sede de Telefónica de la calle Ríos Rosas de Madrid. Me viene a la memoria esta historia, que quizá tenga algo de leyenda, al contemplar la racha que llevamos en España: en el plazo de un año hemos visto dos oleadas, y quizá estemos en la tercera, de una pandemia que causó más de 50.000 víctimas mortales, varios sectores económicos se hundieron, se destruyó el empleo creado en seis años, quien reinó durante ocho lustros está como exiliado en Abu Dhabi… El colmo sería que alguien dijese en el Consejo de Ministros: “solo nos falta una nevada que paralice media España”, a lo que también alguien podría responder “y solo falta que después venga una ola de frío polar”. Yo solo pregunto: ¿queda algo que pueda/deba ocurrir?