Opinión

Pedro Sánchez, dos añitos de nada

Fernando Ónega
Fernando Ónega

Martes 2 de junio de 2020

1 minuto

 

Cuando José María Aznar celebró su primer Consejo de Ministros (año 1996), su número dos, Álvarez Cascos, le preguntó: “Presidente, ¿cuál debe ser nuestra prioridad?” Y Aznar le respondió con una sola palabra: “Durar”. Y lo consiguió: estuvo ocho años en la presidencia del Gobierno. No consta que nadie le hiciera la misma pregunta a Pedro Sánchez en junio de 2018, pero no hacía falta: como demostró después en un libro, toda su biografía se resume en la técnica y el objetivo de resistir. Y ahí lo tienen: hoy cumple dos años como presidente. Y puede durar mucho más si no se rompe su coalición con Unidas Podemos: la actual configuración de fuerzas en el Congreso no permite el triunfo de una moción de censura. Así que lo primero que hace este cronista es felicitarle por ir cumpliendo etapas contra muchos pronósticos, por haber ganado elecciones desde entonces y por ir acumulando poder, quizá demasiado poder. Y, si hubiera que expresarle un deseo, también un ruego de cumpleaños, sería este: que no deje escapar la confianza depositada en él. Es que ha perdido mucha. Y cuando un presidente pierde confianza, no la pierde solo él; la pierde todo el país.