Opinión

Comida picante: lo bueno y lo malo

Ramón Sánchez-Ocaña
Ramón Sánchez-Ocaña

Martes 21 de abril de 2020

4 minutos

 

Ahora que  muchos varones están dedicándose o iniciándose en el arte culinario, recuerdo una curiosa polémica sobre el uso, abuso y ventajas de la comida picante. En uno de esos recortes que uno guarda (creo recordar que se debe a la publicación Con Salud) se recogen las ventajas e inconvenientes de la comida picante. Yo soy, lo confieso, un apasionado de la comida picante, me encintan los tacos mejicanos, siempre tengo tabasco a mano y unos callos o un  pescado al horno sin cayena, me resulta insípido. 

Déjenme decirles que también consumo en el verano los pimientos de Padrón, que, por desgracia, muchísimos vienen de zonas muy alejadas del municipio gallego. Lo que les proporciona su peculiar picante es una sustancia que se llama capsaicina. Y es verdad que su potencia picante puede ser tal , que incluso se ha utilizado como anestésico para eliminar fuertes dolores locales. Un poco de capsaicina sobre la zona dolorida y la calma es inmediata.

Son muchas las ventajas que parece tener el consumo de picante. Por ejemplo, hay estudios que señalan una mayor longevidad entre quienes usan habitualmente este ingrediente.

Una ventaja añadida es que parece que los consumidores de picante tienen menos tendencia a la obesidad. Por un lado, es posible que acelere el metabolismo y, por otra, que al ingerir los alimentos con más detenimiento, se come más despacio, con lo que el apetito se frena. Y parece ser que quienes comen picante tienen menos avidez por la grasa

Una de las conclusiones más interesantes es que parece ser que la capsaicina aumenta la capacidad del organismo para eliminar calorías. Por si fuera poco, los grandes números indican que en los países donde el picante es de uso común, hay menos enfermedades reumáticas

Y si apelamos a la tradición, hay zonas del planeta donde los pimientos muy picantes se utilizan cono conservante de alimentos, lo que podría señalar su efecto bactericida.

Pero no todo son ventajas. Y el primer inconveniente es que quien no este habituado al picante, una primera sensación le puede invalidar el gusto para el resto de la comida. La boca queda como anestesiada, con el efecto que antes señalábamos de calmante del dolor.

También se debe tener en cuenta que tiene un efecto anticoagulante que, aunque no es muy notable, podría suponer un riesgo para determinadas personas

Y quizá el efecto más notable sea el que se siente al día siguiente  puesto que la capsaicina no se degrada al atravesar el tubo digestivo. Quiere eso decir que, quien padezca hemorroides o irritaciones, se va a resentir notablemente al evacuar.