Opinión

La paradoja española

Ramón Sánchez-Ocaña
Ramón Sánchez-Ocaña

Martes 1 de octubre de 2019

ACTUALIZADO: Martes 1 de octubre de 2019 a las 9:18H

2 minutos

Se ha hecho clásica la llamada “paradoja francesa”. Y es que los franceses, con un consumo de grasas animales (quesos y mantequilla) muy superior a los países desarrollados, tienen menor incidencia de problemas cardiovasculares. No se encontraba una causa que lo justificara y de ahí que se hablara de paradoja. Pero después de estudiar minuciosamente muchos parámetros e investigar por qué, llegaron a una conclusión llamativa: su mejor salud cardiaca se debía al consumo moderado de vino tinto.

Pues bien, en España estamos viviendo estadísticamente una paradoja doble y más notable. Por ejemplo, se advierte que va descendiendo el número de calorías diarias que ingerimos. Y sin embargo, las cifras de obesidad aumentan y siguen esa tendencia creciente que tanto preocupa. ¿Por que? Indudablemente, por el sedentarismo. Estamos una media diaria de cuatro horas ante el televisor. El trabajo y el ocio se hacen frente a una pantalla; y además esa inactividad  favorece un tipo de comidas no recomendable. Primera paradoja, pues: con menos calorías, estamos más gordos.

La segunda paradoja es aun más llamativa: los españoles tenemos una tasa de obesidad pareja a los países del entorno, cifras de colesterol similares y niveles de hipertensión equiparables a las del resto de Europa. Y sin embargo nuestra mortalidad coronaria y cardiovascular es notablemente inferior, hasta el punto de situarse entre las más bajas del mundo. ¿Por que? Puede tener origen genético. Y los especialistas aportan además el dato de que las españolas tienen uno de los porcentajes más elevados de la fracción buena de colesterol, lo que es un seguro cardiovascular.

Curiosidades que nos brinda la estadística.