Opinión

Una necesidad llamada calcio

Ramón Sánchez-Ocaña
Ramón Sánchez-Ocaña

Jueves 25 de julio de 2019

2 minutos

Sí, es eso que en química se llama Ca. Es una sustancia blanquecina que los huesos y dientes acaparan y conservan para asegurar el crecimiento y mantener la solidez del esqueleto que es nuestra arquitectura interna. El 90 por 100 de todo nuestro calcio está precisamente formando parte de los huesos y el 10 por 100 restante esta distribuido por los músculos, el cerebro, la sangre, el corazón... cumpliendo misiones fundamentales para nuestra vida. Sin el calcio ni los nervios podrían cumplir correctamente su misión, ni el corazón podría latir, ni cicatrizarían las heridas.

Frena, por ejemplo, la excitabilidad del sistema nervioso y muscular que se logra gracias al calcio contenido en la sangre cuya cifra es de 1000 mg por litro. Para mantener esta cifra vital constante el organismo tiene sus reservas: si falta, es cuando echa mano de los huesos y de allí lo toma. Si sobra, lo devuelve a las piezas óseas. Otra de sus funciones es el desarrollo del esqueleto, sobre todo del niño. Cuando falta es por raquitismo o por desmineralización. En el adulto, la falta de calcio podría llevar al proceso de osteoporosis, es decir la pérdida de masa ósea.

Además, el calcio facilita el paso del influjo nervioso a través de las conexiones neuromusculares, normaliza el sueño, la tensión sanguínea, el equilibrio del hígado, la  coagulación de la sangre...

La Organización Mundial de la Salud recomienda una ingestión diaria de al menos 300 mg. de calcio, subiendo hasta los 700-800 si se trata de una mujer gestante o un individuo en periodo de crecimiento.

Así que ya sabe: necesitamos calcio. Y los alimentos mas ricos en este mineral son la leche y todos los derivados lácteos. El pan, la carne, los tomates y las patatas también lo contienen. Y no olvide que las sardinas en conserva, al consumirse con las espinas reblandecidas, aportan muchísimo calcio.