Opinión

El reparto del hambre

Fernando Ónega
Fernando Ónega

Miércoles 18 de mayo de 2022

ACTUALIZADO: Miércoles 18 de mayo de 2022 a las 8:50H

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Hay datos que producen escalofríos. Publicado hoy: el hambre mata cada día a 1.800 personas en Kenia, Etiopía y Somalia. El hambre, señores; el no tener nada que comer; el ver cómo se extingue un ser humano sin poder darle un vaso de leche ni un trozo de pan. En amplias zonas de esos países, quizá en todo su territorio, no hay ni insectos para alimentar a un niño hambriento. Esto se sabe cuando hay un señor que tiene 43.000 millones de dólares para darse el gusto de comprar una red social. Y esto se sabe cuando un estudio de Naciones Unidas dice que cada habitante del planeta tira a la basura cada año 74 kilos de comida. Casi 1.000 millones de toneladas de comida terminaron en los contenedores el año 2019, dice el Informe de la ONU para el Medio Ambiente. En España, según el Ministerio de Agricultura, desperdiciamos 1.364 millones de kilos/litros de alimentos cada año, lo que supone un desperdicio medio de 31 kilos/litros por persona. Con estos datos, no hay derecho a que alguien muera de hambre. Si además de contar lo que tiramos alguien se preocupara de repartirlo, estaríamos en un mundo más justo. Pero parece que hay que mantener el índice de vileza que alcanzó la humanidad.