Opinión

Las cosas más sucias que tocamos todos los días

Ramón Sánchez-Ocaña
Ramón Sánchez-Ocaña

Martes 14 de enero de 2020

3 minutos

Pude leer hace tiempo un curiosísimo artículo sobre las cosas más sucias que tocamos a diario. Entre otras cosas, porque no tenemos más remedio. En primer lugar situaba el dinero. Y advertía que tanto monedas como billetes están cargados de bacterias.

El interruptor de la luz es otro instrumento que tocamos con frecuencia sin lavarnos las manos y por tanto, puede estar lleno de microbios. Se calcula que hay 267 en cada 4 cm cuadrados.

El teclado del ordenador que no solemos tener la costumbre de limpiar puede tener miles de bacterias en cada recoveco.

 

El teléfono móvil es otro elemento potencialmente peligroso, porque lo llevamos a la boca y a la cara de manera continuada.

Un punto que con cierta lógica puede estar contaminado es el asiento del inodoro, sobre todo si es público.

Algo tan aparentemente inocente como el carrito de la compra es otro elemento que puede transportar además de lo que traemos del supermercado, miles de bacterias.

 

La ducha, tristemente célebre por los contagios de legionella, es otra zona donde a se acumulan bacterias.

El fregadero de la cocina pese a su corriente casi continua de agua, también. Se sostiene que  la cocina puede ser uno de los lugares más sucios. Y la esponja de lavar que tenemos al lado el fregadero y que utilizamos  de forma continuada, es otro de los elementos peligrosos.

Si recapacitamos sobre todo ello, sin asustarnos, debemos reconocer que estamos rodeados de bacterias a las que –normalmente- vence nuestro sistema inmune; pero no estaría de más ayudarle un poco con un frecuente lavado de manos.